En el mes de octubre se celebra el Trabajo Social, así que estando de celebración quise compartir, en mi antiguo espacio, un poco sobre qué es el trabajo social y cuál ha sido mi experiencia como trabajadora social.
El trabajo social es una disciplina que “promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación del pueblo para incrementar el bienestar mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales. El Trabajo Social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social” (mitrabajoessocial.com)
Para mí el trabajo social es ayudar a que cada individuo pueda ver sus situaciones y circunstancias de vida desde otra perspectiva. Que cada persona con la que nos crucemos pueda identificar recursos de apoyo, servicios y oportunidades donde solos no han podido verlos. Trabajo social es acompañamiento, es empatía y apoyo, NUNCA será cargar u hacer por los demás lo que solo a ellos le corresponde. Un buen trabajador social da las herramientas y está mano a mano para apoyar a alguien, pero no toma acción y decisiones por el individuo, no determina lo que tiene que hacer la persona, más bien orienta sobre las posibilidades existentes para satisfacer sus necesidades.
En Puerto Rico la profesión de trabajo social está regulada por la Junta Examinadora quienes expiden una licencia profesional, luego de corroborar el cumplimiento de los requisitos solicitados. Así mismo, se nos requiere mantener 12 horas de educación continua al año con las que cumplimos los requisitos para la Colegiación. A su vez, contamos con un Código de Ética que rige nuestra práctica y que, tal como leemos en el mismo documento, ha sido el producto de unos procesos históricos y culturales con una base teórica, ideológica, y con fundamentos filosóficos que van acorde con el sistema económico y político que existe en nuestro País.
Si me has leído antes puede que sepas que tengo un bachillerato en Justicia Criminal (Ley y Social) con un “minor” en Psicología Forense y que es a nivel de Maestría que completé el grado de Trabajo Social Forense.
Ser trabajador social no es nada fácil. Requiere a menudo de un compromiso extra, de realizar trabajo fuera de horas laborables y más que eso, en ocasiones terminas llevándote en la mente a tus participantes. Si eres aquel profesional que quiere hacer lo mejor y realizar su práctica como se debe, no se descansa bien pensando siempre en buscar nuevas maneras de ayudar y de mejorar nuestra ejecución. En esta profesión los cambios culturales y sociales son muy determinante por lo que tenemos que estar en un constante estudiar, buscar y aplicar. Vemos de todo y en ocasiones, al trabajar con individuos que por naturaleza son cambiantes, tenemos que crear nuevas estrategias, métodos, protocolos y leyes para suplir sus necesidades.
Nunca pensé que esta profesión me gustaría tanto y más allá de que yo pueda aportar a la vida de otros y servir, que es una de las cosas que más me gusta, me permite crecer como persona, profesionalmente y en diversas áreas importantes de mi vida. Les confieso que a veces me cuestiono porque no comencé antes en esta profesión, luego recuerdo que hay un tiempo, un momento y una razón para cada cosa. Así que, entiendo que este fue el momento adecuado. Amo ayudar a otros, buscar servicios y luchar por la justicia y el bienestar social para cada individuo.
Mi experiencia laboral como trabajadora social no es tan extensa, me considero una novata todavía, pero en el poco tiempo que llevo he estado en lugares muy retantes y sumamente enriquecedores. Mi primer escenario fue en el Centro Judicial (Tribunal) de Fajardo, donde estuve en la Unidad Social de Familia y Menores evaluando controversias sobre custodia de menores, relaciones paternofiliales y menores transgresores. Luego, estuve como Manejadora de Caso en Desastre con una organización sin fines de lucro donde ofrecí apoyo a sobrevivientes del huracán María en Puerto Rico quienes, aunque parezca increíble, al día de hoy tienen muchísima necesidad. Actualmente, soy trabajadora social escolar, una experiencia donde hay tanto que hacer, pero que llena demasiado pues tengo la oportunidad de ayudar a jóvenes de 11 a 16 años a buscar soluciones a sus problemas. Sí, aunque parezca increíble nuestros niños y jóvenes se tienen que enfrentar a un sinnúmero de problemas para los que indiscutiblemente necesitan de nuestro apoyo.
Me encanta lo que hago, espero poder continuar creciendo más y más en esta profesión y poder impactar positivamente la vida de muchísimas personas. Sé que me falta mucho por aprender y aportar y hacia eso me estoy encaminando. A todas y todos mis colegas trabajadores sociales mis felicitaciones en su mes. Tenemos un reto y una tarea ardua en nuestras manos, pero si continuamos preparándonos y dando el 100% podemos lograr muchísimo.
Ahora conocen un poco más sobre esa profesión que práctico, que me trae enamorada y de tanto en tanto de cabezas. ¿Eres trabajador/a social? ¿Conoces algún profesional del trabajo social? ¿Sabías de qué trata esta profesión? Comparte conmigo tus experiencias, ideas y comentarios.
Reflexiona en esta frase: ¡Qué bello es cuando una carrera y una pasión se unen! –Teachstars
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Hasta leernos otra vez.
María Magdalena ♥
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