Si hay algo que he reconocido en mi vida es que, siempre hay oportunidad de ser mejor. La vida es un constante cambio y crecimiento, por lo que los pensamientos y creencias no tiene que ser iguales siempre. Podemos mejorar. Así que, he creado un mantra para ir tras mi mejor versión y mantenerme en constante crecimiento. Me digo y me recuerdo cada día que “Hoy soy buena, pero mañana puedo ser mejor”.
Desde el 2018, nació en mí un interés profundo por el tema del desarrollo personal. El desarrollo personal no es otra cosa que un conjunto de técnicas muy variadas que pretenden, a través de un proceso de transformación, que una persona adopte nuevas ideas o formas de pensamiento que le permitan generar nuevos comportamientos y actitudes, que da como resultado una mejora de su calidad de vida y del logro de sus objetivos o metas (definición tomada de saludterapia.com) Dicho en arroz y habichuelas, el desarrollo personal comprende un cambio en nuestra manera de ver y conducirnos ante las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. No solo en situaciones difíciles o negativas sino en cotidianidades, como la manera en que comenzamos el día. Y es que, el desarrollo personal es fundamental para alcanzar todo cuanto queremos en nuestra estancia en esta Tierra, así como para ser más felices.
Me considero una buena persona, una profesional capacitada y una hija, hermana, nieta, tía y esposa que hace por su familia y amigos lo mejor que puede para ayudarles y demostrarle su afecto. Sin embargo, sé que siempre uno puede hacer más y hacerlo mejor. El ser humano tiene la capacidad de superarse a sí mismo y dar más en cada rol y área de su vida. Por eso, inspirada por varios libros, podcast y páginas que sigo en las redes sociales he decidí trabajar en mi desarrollo personal para ser cada día mejor. Porque claro, tengo defectos como todos. A veces soy un tanto enojona, altanera, cabeza dura, exagerada, antisocial y egoísta. Nada que no se pueda mejorar y que demuestre que no hay nadie perfecto. Claro, desde el 2018 para acá he mejorado muchísimo.
Primero, puse en práctica son los acuerdos de los cuales leí en el libro titulado “Los Cuatro Acuerdos” de Miguel Ruíz. En este libro el autor nos insta a que seamos impecable de palabra, no hagamos suposiciones, no nos tomemos nada personal y que hagamos siempre lo máximo que podamos en todo. Aplicando estos acuerdos cada día podríamos evitarnos un sin número de problemas, malos ratos y disgustos. Y mi experiencia es que funcionan y que nos brindan una paz mental indescriptible. ¿Porqué? Pues miren, yo no sé si ustedes, pero yo soy una persona que le da cabeza a todo, como dicen coloquialmente, y puedo crear una película mental sobre algo con una facilidad increíble, el problema radica en que muchas veces esas películas que creamos no son la realidad y si nos la creemos podemos decir, hacer o ir en contra de alguien sin razón alguna. ¿Y qué pasa si le reclamas a alguien por algo que no es, o si le dejas de hablar o si le dices palabras que le ofenden? Con toda probabilidad esa relación se dañaría y todo por una suposición; por una situación que creamos en nuestra mente. Entonces, si luego nos damos cuenta que no fue como pensamos probablemente será tarde para enmendar el daño. Así que, he aprendido a reconocer cuando estoy dándole mucho pensamiento a una situación y he optado por preguntar y aclarar cada asunto antes de suponer. Y así, con cada uno de los acuerdos. Como les dije anteriormente, esto nos lleva a ser más felices.
Segundo, comencé a practicar el método de las Mañanas Milagrosas. Esta idea también fue tomada de un libro que se titula, así mismo, “Mañanas Milagrosas: Los 6 hábitos que cambiarán tu vida antes de las 8:00am”, del autor estadounidense Hal Elrod. En este libro Elrod nos insta a hacer de nuestras mañanas un momento para crecer y convertirnos en la persona que necesitamos ser a fin de alcanzar nuestras metas. El autor nos propone que nos levantemos temprano diariamente para hacer una serie de actividades incluidas la meditación o silencio, realizar afirmaciones motivacionales, escribir un diario, la lectura, la visualización y el deporte con la promesa de que nos aportarán más energía y motivación a nuestro día. Así que, puse manos a la obra y en el tiempo que llevo practicando esta rutina me he sentido mucho mejor. Antes llegaba todas las mañanas al trabajo con sueño, desanimo y quejándome de otro día de trabajo. Sin embargo, en estos pasados días he tomado todo con más calma, hasta me he puesto pequeñas metas durante el turno y las he superado. En las tardes me sentía muy cansada y con deseos de tirarme, como uno dice a morir, y ahora aún me queda energía para hacer tareas en mi casa sin quejas y dedicar tiempo para leer y otras actividades.
Tercero, pero no menos importante, comencé a pensar en cómo explotar mi potencial y lograr el máximo. Por lo que, decidí seguir prepararme en todo lo que sea necesario para continuar desarrollándome profesional, espiritual y personalmente.
Ahora todos los días lo primero que hago en las mañanas es recordarme mi compromiso con mi desarrollo personal. Luego, hago esas actividades que me llevarán a lograr todo lo que deseo, incluyendo la completa felicidad. Cada día me recuerdo que “Hoy soy buena pero mañana puedo ser mejor” y que debo hacer que cada acción, palabra, actividad y decisión me conduzcan al camino correcto, a Mi Mejor Versión.
Reflexiona en esta frase: “Nuestro mundo exterior será siempre un reflejo de nuestro mundo interior. Nuestro éxito irá siempre en paralelo a nuestro desarrollo personal. Difícilmente alcanzaremos el éxito si no dedicamos tiempo cada día a convertirnos en la persona que tenemos que ser para conseguir la vida que queremos.” -Hal Elrod
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