Desde que descubrí todos los beneficios de la gratitud y del acto de agradecer no dejo de practicarlo ni un solo día de mi vida. Sí, incluso en aquellos días en los que las experiencias no son precisamente como las había pensado.
A veces damos por sentado que tener salud, un trabajo, una familia, dinero, una casa, un auto o todo aquello que tenemos es natural y no una oportunidad o una bendición. Saliendo de mi trabajo una tarde me fijé que iba una joven en una bicicleta con bolsas de compra en ambos lados del manubrio y me detuve a pensar en este tema. Es necesario agradecer por lo que tenemos.
La gratitud es el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a el de alguna manera (definición tomada del diccionario de la real academia española). Según, Valorie Burton, en su libro Las mujeres felices viven mejor, la gratitud es la expresión de agradecimiento por las cosas buenas de la vida, un acto de humildad donde reconocemos que no seríamos quienes somos o no estaríamos donde estamos sin la generosidad y contribución de otros. En el ámbito espiritual la gratitud vendría a ser el reconocimiento de que Dios es el dador de todas las cosas que tenemos en nuestra vida.
Es necesario agradecer, ya que nos permite ser más felices. Esto debido a que nos enfocamos en lo que tenemos y nos alejamos de las preocupaciones por lo que queremos tener. A su vez, nos hace más sensibles a las necesidades de otros al reconocer que, aunque no tengamos todo lo que queremos, posiblemente tenemos más de lo que otros a nuestro alrededor tienen. Mostrar gratitud por lo que otros hacen por nosotros también es necesario.
Hace varias semanas he estado haciendo un registro escrito diario sobre, al menos, tres cosas por las que estoy agradecida ese día. Al llevar este registro me he dado cuenta cuan agraciada soy. Me he enfocado en las tantas cosas materiales y no materiales (virtudes, fortalezas, sentimientos y personas) que he obtenido a través de los años, en mi vida. El expresar gratitud me ha permitido ser más consciente y valorar más todo lo que tengo.
Al practicar el agradecimiento nos preparamos para recibir más bendiciones, pues quien no agradece lo que tiene difícilmente puede valorar lo que estará recibiendo. Y claro, no solo es agradecer por lo bueno también por los momentos difíciles, pues estos llegan con un propósito, que como mínimo es dejarnos una enseñanza para el futuro.
Adopta el hábito de agradecer cada día y nota la diferencia.
Reflexiona en esta frase: "La gratitud no sólo es la más grande de las virtudes, sino la madre de todas ellas". - Marco Julio Cicerón
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