No sé quiénes son como yo, que de cualquier cosa sacan una reflexión. Yo les llamo mis “viajes de popcorn”, pero son procesos que traen enseñanzas poderosas. Hoy quiero compartirles una de esas reflexiones.
Soy de las que piensa que si vivimos en consciencia, estando presente o como decimos por ahí con todos nuestros sentidos alertas, encontraremos un nuevo aprendizaje en cada experiencia, un objeto, dificultad, momento, en fin en todo. Estar consciente se refiere a una persona que siente, piensa y actúa con conocimiento de lo que hace. Es decir, una persona que sabe lo que quiere, como lo quiere y qué necesita para obtenerlo. Pues en ese estado de consciencia nuestro sentido de percepción aumenta.
Así estoy esforzándome por vivir cada uno de mis días alerta a todo lo que me rodea. Lista para recibir lo que puedan ofrecerme los demás, un autor a través de un libro, un actor en su película o serie e incluso una persona que simplemente se atraviese en mi camino. Si has leído mis publicaciones anteriores debes conocer sobre el aprendizaje que en los pasados meses he ido adquiriendo.
Y es que de las cosas que pueden parecer más simples podemos aprender mucho. Podemos adquirir nuevo conocimiento para tener una mejor calidad de vida, mensajes positivos que nos ayuden a ver el lado bueno de alguna situación, la respuesta a una pregunta que nos hemos estado haciendo y adquirir o confirmar nuestras creencias.
¿Cómo podemos entonces comenzar a vivir en consciencia? No es tan complicado, pero por nuestra programación y estilo de vida hemos perdido esa capacidad. Andamos haciendo el famoso “multitasking” y por consiguiente no logramos enfocarnos en ninguna tarea. Por lo que la clave es comenzar a poner toda nuestra atención en un solo asunto a la vez. Con toda seguridad ahorraremos energía y tiempo. Para ello una buena práctica es el “Mindfulness”, utilizar la técnica Pomodoro y reducir lo más posible las distracciones.
Aunque todo lo anterior puede sonar muy complicado no lo es. Primero, el Mindfulness es una técnica antigua de meditación que consiste en tomar conciencia del momento presente o la realidad, en otras palabras de vivir el momento. Puedes leer un poco sobre cómo hacerlo en esta publicación del blog Dreaming Life in Pink de Stephanie Silva. Segundo, la técnica Pomodoro la cual consiste en establecer intervalos de tiempo, usualmente utilizando un temporizador, donde se sigue un patrón de 25 minutos de actividad y 5 minutos de descanso con pausas un poco más largas luego de seguir el patrón cuatro veces corridas. Esta nos permitirá tener un mayor control del tiempo y enforcarnos más. Tercero, para reducir al máximo las distracciones hace falta identificarlas. Por ejemplo, una distracción pudiera ser las notificaciones de las redes sociales, pues lo que haremos es desactivarlas durante el tiempo que estaremos realizando una tarea. Así buscaremos de antemano la manera de eliminar todo aquello que no nos permita enfocarnos en un solo asunto a la vez.
Estoy segura de que existen muchas otras maneras de vivir en consciencia, pero entiendo que estas son las más accesibles y fáciles de practicar. No podemos olvidar lo importante que es el aprendizaje para desarrollar nuevos conocimientos, pues ello es lo que nos permite llegar a alcanzar nuestras metas. ¿Cuán consciente vives tu día a día? ¿Sueles hacer “multitasking” o por el contrario te enfocas en una sola tarea? ¿Conoces sobre el Mindfulness y la técnica Pomodoro? ¿De qué fuentes recibes la mayoría de tu aprendizaje? Déjame saber tus respuestas, o qué opinas sobre el aprender a través de practicar la consciencia.
Reflexiona en esta frase: “En la vida todo es un aprendizaje, cuando dejas de aprender, dejas de vivir”. –Eduardo Alighieri
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Hasta leernos otra vez.
María Magdalena ♥
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